Pemón
Durante nuestro viaje por la Gran Sabana a pie y pidiendo cola (aventón) pudimos conocer una pieza de esta etnia indígena tan característica y tan nombrada de Venezuela, la etnia Pemón, habitante no solo de Venezuela sino también de Guyana y Brasil, siendo dividida en tres grupos: Los Arekuna, Taurepan y los Kamarakoto; en este caso nosotros conoceríamos a los Arekuna, aquellos que habitan en los alrededores de la carretera troncal 10 y la carretera a Kavanayén ubicadas en Venezuela, más específicamente al noroeste del monte Roraima y en el valle de Kavanayén. Durante un viaje que duró unos 4 días por la Gran Sabana, en el Parque Nacional Canaima sector oriental nos acercamos a diversas comunidades indígenas, conocimos a muchos pemones que vale la pena nombrar y otros que no tanto, una comunidad que sufre el olvido por parte de las autoridades de un país que ha sido robado por la codicia y la corrupción, sufre el olvido de un país, sufre el decaimiento del turismo en Venezuela, su fuente principal de ganancia económica. De piel tostada podemos ver a la gran mayoría de los pemones, cabello muy liso y graso en las mujeres y muy fino en los hombres, dentaduras casi perfectas que en algunos por descuido con el paso del tiempo van perdiendo, de estatura baja, podrían describirse como de tipo endomorfo o brevilíneo y con ojos levemente achinados. ¿Qué comen los pemones? En tierras casi infértiles, de dificilísimo cultivo, se alimentan por la construcción de pequeños conucos en sus hogares de los cuales pueden cultivar la yuca, el plátano, el ñame y la batata ¡Ah claro! Y también algunos viven de la cacería de venados, tigritos y dantas que habitan en las selvas y bosques de galería de la Gran Sabana. Pudimos apreciar al pasar por sus casas construidas generalmente de piedra y techo de paja que se alimentan en su mayoría del casabe y la bebida conocida como kachiri, ambas hechas a base de la yuca que cultivan. La segunda basada en la masticación y posterior fermentación de la yuca, una bebida de alto grado alcohólico y que más adelante debimos conocer con nuestras propias papilas gustativas. Por vivir en uno de los parques nacionales más grandes del mundo viven también del turismo. Siendo el sexto parque más grande del mundo, lleno de bellezas naturales descomunales como lo son los tepuyes o mesetas y sus preciosas caídas o saltos de agua de gran tamaño, encontrándose entre ellas el salto más alto del mundo, el Kerepakupai Vená (Salto Ángel). Vamos a darnos cuenta como la mayoría de sus saltos de agua (Merú significa salto de agua en su lengua) poseen dos nombres, siempre uno dado por la misma etnia y otro escrito por el hombre de la ciudad que le da otro significado como es el caso del salto Ángel, que para los pemones es conocido como Kerepakupai Vená (Salto del lugar más profundo). Sin embargo pude observar como algunos se han olvidado de respetar a la naturaleza y solo la utilizan como su fuente de dinero al utilizarla en el turismo, en algunos de estos sitios descomunales pude apreciar como la basura forma ahora parte del paisaje, forma los caminos que nos llevan hasta la mayor parte de las bellezas naturales del parque. Es fatigante encontrar tanta basura en un lugar tan prístino, es triste ver como los mismos habitantes descuidan su propio hogar y lo dejan como un basurero revuelto, esto no es siempre cierto, existen diversas comunidades muy organizadas que dejan apreciar una gran belleza, un buen cuidado y tacto sutil en cada detalle de sus esquinas. La mayoría llenas de perros callejeros que sufren del poco alimento y las tierras infértiles, algunas casas se adornan con un poco de la globalización, tienen antenas de televisión por cable y luz eléctrica por todos lados, en algunas se puede escuchar la música del televisor y también podemos ver grandes equipos de sonido que utilizan algunos para vivir fiestas muy escandalosas como las de nuestra ciudad. Otros disfrutan de la música con instrumentos musicales coloridos y cantan melodías muy bonitas en su lengua característica. En algunos pueblos se encuentran refrescos, chucherías y recuerditos de la Gran Sabana para llevar a precios bastante costosos en la moneda casi ya sin valor en Venezuela, que, irónicamente lleva el nombre del Libertador, Bolívar. Iglesias católicas se implantan con fuerza en sus tierras y buscan ser la semilla que crece en aquellas tierras, repitiendo oraciones incansables hasta que estas por fin puedan ingresar en las almas de los pemones para así caducar sus creencias mitológicas, es difícil ahora encontrar pemones que conozcan a cabalidad sus mitos y creencias primeras, algunos incluso desconocen del nombre e inclusive de la existencia de algunos de los tepuyes que se dibujan en su panorama, algunos incluso teniéndolos frente de sus hogares. Su lengua es bastante común escucharla en la mayor parte de sus comunidades, algunas de las expresiones que conocimos gracias a la palabra de Adán, uno de los pemones que conocimos durante el viaje fueron: Waküperö (Hola), Waküperö medan (Hola ¿Cómo estás?), Iña (Bien y Sí), Waküpeman (Gracias). Todos sus alrededores se encuentran colmados de aves muy bonitas que van de aquí para allá y les cantan preciosas melodías, son incontables, es un deseo superior visitar esos lugares con una gran guía de aves y conocerlas bien a cada una de ellas. La personalidad del pemón es en general (bueno, del Arekuna) muy callada, a veces muy alegre, a veces muy seria, distanciado en ocasiones del turista para no generar una relación más allá de un intercambio monetario. Otros si son muy conversadores y alegres, disfrutan hablando con el turista e incluso pueden convertirse en grandes amigos. Padecen de diversas enfermedades parasitarias en su mayoría por vivir en una zona endémica de diversas especies de mosquitos y otros artrópodos que transmiten diversas enfermedades. El gobierno los olvida como si no formaran parte del país, solo los recuerda cuando una campaña política se avecina, con paraísos terrenales tan bellos es inconcebible que el turismo esté tan desgastado, en esta ocasión nos comentaron que las últimas temporadas altas no han sido tan buenas como lo han sido en años pasados, lo cual da mucha pena. Es necesario cuidar sin cansancio estos paraísos, los pemones deberían ser los primeros que den ese ejemplo, porque es su hogar y no deben permitir que un turista ensucie y contamine su hogar, el medio ambiente que tanta vida nos brinda. Por último, debemos saber que pemón significa persona, a diferencia de lo que significa Canaima, otra tribu más salvaje que los pemones califican como terrible y malvada, el significado de Canaima para los Arekuna es “ser maligno” o “demonio”. Existe una pugna entre estas tribus, misterioso mito popular que califica a los Canaima como caníbales y envidiosos, seres capaces de hacer mucho daño a los pemones por el sentimiento que nos separa, el odio. ¿Qué debemos buscar entonces? El amor, aquello que nos une. Emprendimos entonces un viaje (Henry Aguiar y yo) hacia la Gran Sabana, fuimos a conocer abismales saltos de agua, apreciar los sublimes paisajes que nos presenta el Parque Nacional Canaima (Al cual los pemones le quieren cambiar el nombre a causa de lo escrito más arriba), a conocer más de cerca la etnia pemón, sus costumbres, personalidad y lenguaje, lo que les afecta y lo que no, sus problemas. Más fotos de este viaje por aquí: http://tonadasdemedianoche.weebly.com/la-gran-sabana.html
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AuthorMúsico, Escritor y estudiante En prensa:
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