-¿Adónde vamos pues? -¿Será que le damos para el zoológico, el museo y después para la manga? Dijo Gustavo Henry estaba empeñado con que había que ir a la manga porque sí, yo quería ir a una hermosa catedral que tiene forma de flor y Gustavo quería ir a la Flor de Venezuela un destino turístico de Barquisimeto. Dejamos las cosas en la casa y salimos con un poco de dinero, llegamos al centro entonces, pasamos por la plaza Bolívar, todo estaba muy solo, parecía bastante inseguro, varios alcohólicos se nos acercaron pidiéndonos alcohol. Pasamos al museo y para sorpresa nuestra no pudimos ingresar a las exposiciones ya que íbamos vestidos con bermudas, no se puede entrar si no es con pantalón, una regla realmente tonta, imagino que el que redacto esta ley para todos los museos de Venezuela es un verdadero ignorante del turismo, nos retiramos con gran respeto pero bastante indignados haciendo terribles comentarios de este gobierno. Ya el miedo comenzaba a consumir nuestros nervios, no era nada cómodo andar caminando por el centro y menos con una persona con una pinta de turista tan acentuada como Henry. Nos detuvimos a preguntar por alguna guía y luego nos sentamos en una parada de Transbarca, una línea de autobuses algo más cómoda y segura que las comunes, muy del gobierno, Henry me comentaba mucho que Henry Falcón, el gobernador de Lara tenía planes más grandes que ese y luego le fue interferida su labor. Allí perdimos casi una hora sentados, hablando del tiempo perdido y de lo parecido que tenia esta zona central con la de Valencia, queríamos llegar a Santa Rosa, donde se halla la iglesia de Santa Rosa, hogar de la Divina Pastora. Llego el bus y en unos 15 o 20 minutos llegamos a Santa Rosa, lugar al que yo nunca había visitado, pero Gustavo y Henry sí. Sin dudas conocían bien, por cierto el hambre nos empezaba a tocar el timbre, en la entrada había una venta de pollos que excito nuestra vista y Gustavo lanzo un comentario, bastante común en el pero siempre en broma. -Provoca meterle una patada al tipo y robarse un pollo, sería fácil ¿verdad? Es un obeso. Caminamos aquella colonial y bonita calle principal, y llegamos a una placita muy acogedora, realmente quede conmovido principalmente por una vista, la vista a los valles del Turbio que se podía apreciar desde el mirador de Santa Rosa, las voces de los niños jugando, las aves y la brisa que nos trataba bien. Dimos vueltas, entramos a la iglesia muy hermosa, nos sentamos a meditar unos momentos y salimos, preguntamos a una vendedora en las afueras de la iglesia por la historia de la Divina Pastora y ella llamo al señor Astolfo, el sabia contarla sin duda alguna mejor que ningún otro, quedamos en volver al final de nuestro viaje para comprar algún detalle a nuestras madres o alguna mujer bonita que en Valencia nos esperaba ¿o no? Nos asomamos en el mirador, vimos algo de arte de la zona y decidimos retirarnos, extraño un poco aquel pequeño pueblito, partimos en un bus pequeño que nos dio un recorrido por el resto del pueblito y salimos vía el Sambil de Barquisimeto, caminamos unas calles y llegamos, si eres turista visítalo cuando necesites comer, comprar algo en la farmacia o ir al cine, lo cual es poco común, o sino solo de una vuelta para conocer, no es la gran cosa, pero puedes descansar allí un rato, sobre todo si eres mochilero y andas caminando por las inseguras calles. En autobuses se nos fue el día, salimos del Sambil y decidimos ir a la flor de Venezuela, caminando nos íbamos dando cuenta de la belleza en las mujeres de este gran estado, cada vez mas sorprendidos y eso sí, con un hambre terrible. Al llegar nos dijeron que estaba cerrado el lugar y nos mencionaron la misma reglita ridícula de los museos en Venezuela, así que, ciudadanos, si, a pesar del calor debes ir a estos sitios con pantalón porque sino ¿Quién sabe? Quizás si vas en bermudas se deterioran mas las obras de arte o algo así. Lo curioso era que el lugar estaba cerrado desde más temprano esta vez debido a que había un concierto al lado del edificio, concierto de la famosísima banda venezolana Caramelos de Cianuro, y bueno nosotros decidimos no pelar ese bonche, o eso pensé yo, quizás Gustavo y Henry no lo pensaron, ya cansados de ir a conciertos de Caramelos. Recuerdo pensar repetidas veces que no fue buena idea ir a este lugar, los olores de las comidas llamaban intensamente nuestra atención y nuestra vista fija en las bebidas pedía clemencia y fin al sufrimiento, pero aun era que teníamos dinero para hartarnos de comer y beber en este lugar mas no debíamos, teníamos que ahorrar para el resto del viaje. Entre tanto, seguía nuestra idea de ir aquel día a la manga de coleo pero yo solo pensaba en el ahorro de dinero como casi siempre agarradísimo hasta para darle dinero a un perro enfermo, al fin del concierto estábamos cansadísimos se nos notaba en las caras, fuimos con Mariangel la prima de Henry y sus amigos al sambil que queda en todo el frente, allí dimos vueltas y nos sentamos varias veces, Gustavo se quitaba los zapatos y nosotros decíamos “Aquí nadie nos conoce así que no importa”, luego fuimos a la feria de comida y la desesperación era bastante cruel, en nuestras caras gozaba un mundo. Gustavo entro en farmatodo, compro unas cosas y el tiempo pasaba, se hacía más tarde y entonces tendríamos que gastar más dinero para llegar a que Maíta. Salimos a ver si podíamos tomar un taxi hasta una calle donde vendían comida chatarra, una calle del hambre pues. 25 minutos tardamos en tomar un taxi, había mucha gente afuera del centro comercial y la noche le daba así una manito a los taxis que podrían así conseguir muchos clientes desesperados por llegar a sus casa y no tener que caminar o tomar un bus por las peligrosas calles de un domingo en la ciudad. Fuimos entonces a esta calle del hambre y conseguimos unos puestos, yo estaba desesperado por comer. Gustavo, Henry y yo pedimos los perros calientes más baratos que pudimos conseguir, era un negocio de árabes de bastante mal aspecto, mientras que el grupo de los primos y amigos de los primos de Henry pedían algo visiblemente mejor que lo nuestro. De paso, tardaron bastante en llegar nuestros pedidos, para imaginar les dejo: Un perro caliente pequeño, unas papas fritas y un nestea por 50 bolívares, si usted, señor lector es venezolano, se dará cuenta de que esto o era una comida netamente de mala calidad o un error en el precio, era la primera. Llego la comida y pudimos bailarle a la desesperación que nauseabunda miraba nuestros platos. Las papas fritas no tenían buen sabor para nada, contextura de antigüedad, a la mordida parecían de cartón. El nestea a pesar de lo diluido fue lo que más yo necesitaba y no me molesto aquello, era bastante pequeño el vaso eso si y full hielo. El perro caliente, terrible, pan antiguo, salsas buenas y bueno así dijo Gustavo “Las salchichas parecen de gato”, salchichas de gato se quedaron, perro caliente de gato, graciosamente. Nuestros estómagos, llenos de acido clorhídrico desesperadamente sumergían la comida tratando de consumirla, quemarla toda, al fin, el acido clorhídrico la paso bien mal, con cara de tragedia, hablamos un poco, los amigos de Mariangel nos decían repetidamente ¿Y qué van a hacer pa’ alla? Cuando les decíamos que íbamos al día siguiente a visitar Carora. Mientras en nuestras mentes se reflejaba un mayúsculo ¿Por qué dicen eso? En fin, nos despedimos en la esquina de un farmatodo y nos dijeron: -Cuando vayan a Carora no vayan a la Osa, ni se les ocurra, es ultra peligroso -Gracias vale Nos despedimos de cada uno y caminamos unas 4 cuadras muy oscuras de Barquisimeto, el miedo nos encontraba, fueron minutos largos, pero al fin llegamos a casa de Maíta, abrimos con desespero la reja y la paz llego. De lo que nos paso en Lara hay bastante mas, esto solo son fragmentos, luego subire un pequeño libro digital con todo lo que nos paso. ¿Que nos esperaba en este viaje repentino? Aquí una imagen
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AuthorMúsico, Escritor y estudiante En prensa:
RELATOS Razones para reír Dame uno andino Un viaje repentino Pasos Misteriosos ¿Qué será de los libros de historia? Sentados en el Malecón El buen venezolano Pasos misteriosos 2 Con media mochila El gigante de Mifafi Que se apaguen las alarmas La travesía Sin oxígeno ¿Miguel, activo para Chuao? Cuando Respiramos La precariedad ¿Tú todavía estas esperando los 30bs? Carreras por debajo del asfalto Tonada de las Olas Tonadas del mar Caribe Tonada de la medianoche Humboldt La paciencia Los caminos La imaginación El miedo La victoria El descenso ¡Entra en nuestros blogs!
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