El jueves en la noche decidimos reunirnos a estudiar, aparentemente habían prorrogado una de esas evaluaciones que nos hacían casi todos los viernes. Como es de rutina decidimos descansar antes de empezar a estudiar y ver vídeos por internet también…claro, claro, comer también. Entonces cuando supimos que habían prorrogada la evaluación y que al día siguiente no habría clases decidimos estudiar un poco de todas maneras. No estudiamos. De pronto Gustavo dice: -¿Qué tal si vamos mañana para Patanemo? (Patanemo es una playa ubicada en Puerto Cabello, Edo Carabobo) -Si va -Chamo no sé, tengo que buscar los resultados de unos exámenes. Dijo Henry Después de preguntarnos una decena de veces lo mismo, decidimos ir, solo teníamos que esperar a que Henry hiciera su diligencia. En la mañana reunimos lo que pudimos de comida y agua para salir. Andrea llegó puntualmente a casa de Gustavo para unirse al viaje. Al rato salimos y tomamos un bus para Puente Bárbula, yo pensaba en el bus en la Batalla de Bárbula, ¿Qué significa Bárbula? ¿Por qué Atanasio murió de gloria? ¿O fue de exceso de felicidad? Innecesariamente, de un disparo izando la bandera tricolor, de un país que prometía terrenos gigantes pero que fue recortado por Páez y sus seguidores ¿Entonces no fue gloria de la pura? Así me quede dormido, hasta que llegamos al puente y buscamos a Henry. La vía a Puerto Cabello es una vía alegre para el viajero, se acerca al paraíso, las playas. También la inseguridad claro, y eso pienso siempre en el camino, tristemente. Desayunamos unas croquetas de avena con caraotas que Gustavo y Henry llaman arepas de avena pero harina realmente no tienen casi. No podía creer a Andrea viajando en esos miniautobuses del terror con nosotros pero ahí estaba echando cuentos. Fuimos a la playa y disfrutamos de algo de tranquilidad que todos necesitamos, la ciudad nos escupe contaminación, ruido, problemas, política y bueno, deberes. Dimos vueltas y temprano estábamos saliendo de la playa para visitar el Malecón. Yo no recordaba aquel lugar, ya que aparentemente nuestros padres se ponen de acuerdo para llevarnos de viaje bastante cuando no tenemos buena memoria. Esta vez no olvidaré, llegamos y caminamos aquellas calles de aires coloniales, con un gran descuido por encima, un rayo de sol que me hervía la nuca y hambre, mucha hambre. A todos nos crujía el estómago al unísono. El Malecón podría ser un lugar turístico 5 estrellas si nos lo proponemos, hay todavía locales que a primera vista dan la talla pero que a su lado consigues un local de pobre semblante e incluso vergonzoso aspecto. Hablamos mucho de lo bonitas que podrían ser esas calles, la calle Los Lanceros específicamente, hasta que paramos en una bodega a preguntar que había de comer, vimos muchas chucherías y nos convencimos de comprar catalinas y lenguas de suegra desconocidas por nosotros a 12 bolívares, precio que brillaba en nuestras mentes tacañas, bueno al menos la mía. Nos atendía una mujer que parecía molestarse un poco cada vez que pedíamos Lenguas de suegra, ya que las pedíamos de una en una y pedimos en total 7 u 8 si mal no recuerdo. Nos sentamos en el piso, a las afueras de la colorida bodega, en la tranquilidad de aquella calle solo transitable para peatones que pasaban de a 3 máximo cada 5 minutos, como pequeños niños comiendo chucherías, pedimos tantas que los pedidos se convirtieron en risas, además compartimos nuestros almuerzos azucarados llegando a la típica conversa: -Agarra ahí. -No gracias chamo tranquilo, comételo tu… -¿Seguro? Yo no quiero más sino se lo doy a… -No dale tranquilo…bueno si dame un pelo Y se come el resto. Seguimos con algo de hambre y calor, entramos a Burguer King para enfriarnos con el aire acondicionado y vimos de casualidad a unos guardias nacionales comiendo helado en el Restaurant de creadores estadounidenses ¡helados imperialistas! Es decir, estaban acabando con el imperio, comiéndose su helado. Seguimos por ahí caminando y nos montamos en un bus para llegar a la Panadería La Nueva Coromoto y comernos los mejores panes dulces, así nos lo recomendó Andrea. Pasamos al lado del Teatro Municipal de Puerto Cabello, donde actuó nada más y nada menos que Anna Pávlova, la bailarina de ballet más famosa en la historia (recordada por su escena “La muerte del cisne”) y también hizo escena Carlos Gardel, maestro del tango. Hoy día, personajes de ese calibre ni se imaginan la existencia de Puerto Cabello y su teatro. Bueno, llegamos a la panadería, queda en la urbanización Rancho Grande, los panes dulces son en verdad los mejores y allí cocinan tantos como el dinero que el gobierno nos roba a diario, es decir, cada 5 minutos sale una bandeja. Se agotó así el hambre. Luego regresamos en un bus, pensando que haríamos al llegar a Valencia, ese día cumplía años Génesis, pana nuestra. De bus en bus fuimos y repetimos la escena de siempre cuando hacíamos la cola para montarnos en el bus de regreso a Valencia: -¿Quiénes van a pagar pasaje estudiantil? Grito uno de los colectores de autobús -Nosotros, aquí pana. Dijimos con la cara tostada, arena semi-escondida que no nos pudimos sacudir, Gustavo poniéndose un uniforme de la universidad para parecer estudiante y bueno la playa encima. -Panas una pregunta ¿Ustedes vienen de la playa verdad? Porque nosotros tenemos un acuerdo con los estudiantes de que si van a la playa tienen que pagar pasaje completo, ustedes no andaban estudiando. ¡Vaya acuerdo! Después de pelear un poco y recordarles que la ley se debe respetar que seguimos siendo estudiantes y todo el cuento, decidimos montarnos de una vez y pagar pasaje completo, recuerde usted que en Venezuela cada quien hace lo que le da la gana hoy en día, pero trate de hacer valer sus derechos, al menos alce la voz. Lo último que recuerdo es que estuvimos buscando un Cri-Cri en todas partes y no encontramos hasta llegar a Naguanagua. El regreso siempre es un poco extraño, realmente uno no quiere regresar pero la razón que nos ancla a regresar es nuestra familia y claro nuestra cama. Puerto Cabello por entero podría ser un lugar de ensueño, tiene una gran belleza natural y podría ser un potencial turístico a nivel mundial ¿Quién no iría? Aun con su desorden, el popule lo visita bastante, y lo daña bastante también. Sus hermosas playas, su clima, su color y su ubicación son tremendas pero su inseguridad, descuido, contaminación y atraso turístico detienen de golpe su avance. Solo le recomiendo que la cuide, no bote basura en las playas y la disfrute sanamente. Les dejo aquí la muerte del cisne interpretado por La Pávlova:
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AuthorMúsico, Escritor y estudiante En prensa:
RELATOS Razones para reír Dame uno andino Un viaje repentino Pasos Misteriosos ¿Qué será de los libros de historia? Sentados en el Malecón El buen venezolano Pasos misteriosos 2 Con media mochila El gigante de Mifafi Que se apaguen las alarmas La travesía Sin oxígeno ¿Miguel, activo para Chuao? Cuando Respiramos La precariedad ¿Tú todavía estas esperando los 30bs? Carreras por debajo del asfalto Tonada de las Olas Tonadas del mar Caribe Tonada de la medianoche Humboldt La paciencia Los caminos La imaginación El miedo La victoria El descenso ¡Entra en nuestros blogs!
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