En 7 minutos he dado unas 30 vueltas a esta caja de acero, encerrado, aterrado, hambriento, acompañado por 12 o más compañeros de celda. El suelo es como de paja, concha de arroz le dicen los gigantes, la verdad es que hace que me pique mucho el cuerpo y ni siquiera puedo comerla. El agua proviene de un pote de agua gigante que cuando no está limpio tiñe de verde en su interior, es asqueroso y para colmo tengo que pelearme con mis compañeros para tomar, siempre prefiero esperar en un rincón a que todos esos desesperados tomen su agua, luego cuando se van voy hacia el asqueroso pote que vida nos brinda, si no fuese por mi sistema digestivo estaría enterrado, o mejor dicho, estaría mi cuerpo envuelto en periódico dentro de una nevera congelándose. Ciencia, eso lo justifica todo. Pero aquí estoy esperando a ver que hacen conmigo; esta mañana esa rata sucia se montó encima de mí, casi le saco el ojo del puñetazo que le di, mas nunca me molestó, creo que le están haciendo algo que la vuelve loca, todas las mañanas da vueltas y vueltas en la celda, corre muy rápido y molesta a los demás compañeros de celda. Llevo 8 semanas encerrado, creo que desde que nací estuve en esta prisión. Me separaron de mis hermanos y hace unos días me incluyeron en esta caja con compañeros que están marcados en sus espaldas con una franja azul. Esos son los más locos, la verdad no me acerco mucho a ellos. Cuando me comunico con los que considero normales solo tratamos de buscar una escapatoria, ayer apenas abrieron la celda se nos quedaron viendo, observando a cada uno, buscando el ideal para sacarlo de la celda, no sé si para bien o para mal, en ese momento 5 de nosotros buscamos escapar y así evadir a los “guardias”, así les llamamos, dos salimos de la caja y todo fue extrañísimo para mí, no sabía a donde iba, el plan no fue tan bueno, cualquier cosa era mejor que la celda pero si corría podía caer en un vacío y lastimarme o morir, vi como tomaron a mi compañero por la cola, esa mano a veces temblorosa. Yo seguía afuera, observando mí alrededor, pero caminar agachado tiene una desventaja, me tomaron por la cola y me sacudí con más fuerza que nunca, trate de defenderme pero nada funcionaba, entonces me devolvieron a la celda y escuche como decían: -Rata tonta no vuelvas a hacer eso Estar todo el día encerrado allí enloquece a cualquiera, huele terrible, la comida es terrible, el agua ni hablar y el espacio muy reducido. Hoy espero a que abran de nuevo la celda para escapar, es indignante vivir así, creo que prefiero morir cayendo al vacío. 3 días después… No logré nada, casi me mato, pero ahora sé que hay un gran vacío a unos metros en este tablero, fuera de la celda. Ahora van más de 3 días que nadie nos trae comida y el agua ya se terminó. Estoy sediento, creo que esta vez sí peleare por el agua y la comida; creo que llegó alguien, ahora abrió la celda, sacó a uno de mis compañeros ¿esos son chillidos? Escucho gritos terribles ¿Qué le estarán haciendo? Esperaré a que regrese y le preguntaré, ahí vienen, pero ¿Qué ocurre? No tiene a nuestro compañero de regreso, seguro lo cambiaron de celda por irritante. Pero bueno ahora se lleva a otro más, gritos de nuevo, veo que todos en la celda se desesperan cada vez más con los gritos. Han pasado ya diez minutos solo quedamos dos en la celda, estamos asustados, en un rincón ambos, no tenemos idea de lo que ocurre, me asomaré en un instante si puedo. Ni siquiera nos comunicamos, solo tiritamos desesperadamente, casi veo doble de tanto que tiemblo, me mareo y la respiración está fallando. Cuando abrieron la celda sacaron a mi compañero y me asome como pude a observar un poco en las afueras, vi claramente apilados los cuerpos de mis compañeros de celda formando una montaña, y vi como una inyectadora al lado de un recipiente de vidrio que decía claramente “Atropina”. La imagen ha quedado en mi mente, los rostros de mis compañeros eran moribundos, ya sus cuerpos no tenían casi vida. ¿Intentó escapar de nuevo? Estoy totalmente contra la pared, debo hacer algo pronto, escucho ya los gritos, el final se acerca ¡Ay! Lo que sigue es lo que quedo en mi memoria: Me sacaron de la celda y me inyectaron rápidamente, esta vez no hice mucho ruido, ya sabía lo que vendría. Ahora sentía que mi corazón se aceleraba más de lo normal, mi respiración se agitaba y veo los cuerpos de mis compañeros ya muertos, es una escena terrible, esto fue una masacre. Me dejaron largo rato en un lavamanos junto a los muertos, seguro esperaban mi muerte pero batalle lo que pude, no podía salir de ese lavamanos y de pronto me tomaron. Me inyectaron nuevamente y lo último que recuerdo es que no podía moverme, mis músculos dejaron de responder, mi memoria vale poco aunque digan que no tengo neo corteza. Eso fueron los restos de mi memoria que nunca nadie escribió. Quizás sea inmoral que yo escriba esto pero la verdad es que es bueno destacar lo que uno cree. No existe situación realmente controlada en los experimentos con animales, aunque se obtengan grandes beneficios de los que todo el mundo puede estar agradecido existe una contraparte que es el sufrimiento de los animales de laboratorio, con una visión un poco exagerada certifico que lo que se observa en los laboratorios es un poco triste, vida es vida, dolor es dolor, miedo es miedo en cada ser viviente. El sufrimiento debe ser reducido lo más que se pueda, a pesar de ello siempre me pregunto ¿Cómo sería si yo estuviera allí encerrado? Si fuésemos humanos ¿Seria justificable? Tampoco. Entonces ¿A que llegamos? Saquen sus propias conclusiones ¿Es justo o no utilizar animales para experimentar? ¿Avance científico o atraso eterno? ¿O hay otra manera más eficaz y menos dolorosa de que la ciencia avance? Yo creo que la ciencia ha dado resultados de esta manera y apoyo este método. Sus comentarios son bienvenidos.
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Escribo por aquí algunos cuentos que quizás llenos de un toque mágico hacen contraste con los relatos viajeros que escribo
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CUENTOS
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