Linda Merideña Es debidamente necesario resaltar las bellezas que el estado Mérida regala al mundo y sobre todo a los venezolanos. Al subir por la carretera trasandina, también llamada Troncal 7, en una bella tarde se pueden apreciar diversos tonos de verde que adornan el festival que miles de flores y otras plantas realizan durante las épocas de lluvia que las hacen bailar y gritar de alegría. Esta fiesta esta compuesta de un elemento en su plenitud, la felicidad. Algunas hojitas lloran de alegría, otras se acuestan tranquilas, atadas a esas ramitas o troncos que las sostienen, así descansan. Las flores por su parte, se visten para la fiesta de sus colores favoritos, las que han sobrevivido la dura sequia toman la decisión de embriagarse de agua aquellas noches, las que no, son celebradas en aquella fiesta por su fuerza, al lado de ellas, nuevos colores van a nacer en esta época ¡Ah, Mayo! Siempre te añoramos con sed. Las neblinas en esta carretera comienzan a engrosar sus capas, cegando a todo móvil que por estas vías se pasea. En afortunadísimas ocasiones puede encontrar alrededor de esta carretera por el paso de Santo Domingo cubierta de nieve. Un bonito pueblo de Santo Domingo se presenta a los ojos de los visitantes, con sus lagunitas y lagunas de origen glaciar embelesan a millones. Muchos turistas, mochileros y pueblerinos se bajan en “La parada andina” a comprar pastelitos andinos, sumamente baratos, en la ciudad es casi imposible para cualquiera conseguir pastelitos a ese precio. Un pastelito es un alimento similar a las empanadas, hecho de masa de trigo, con diferentes rellenos hipnotiza el paladar de muchos y sacia el hambre de los cuerpos, rellenos de queso, jamón con queso, queso con papas, arroz con carne molida y papas, pollo, entre otros. Las arepas andinas son otras de aquellas reliquias de los andes venezolanos que nunca se deja de pedir por estas calles, diferenciándose de las comunes en que estas están hechas con harina de trigo, que en el siglo XIX era únicamente cultivado por tierras merideñas. El frio que hay en Santo Domingo sin lugar a dudas te hace pedir más: Cafecitos, chocolate caliente, sopas, carnes, salchichas, refrescos, panes dulces, fresas con crema, ponche, el famosísimo “calentaíto”, bebida alcohólica que nunca dejan de pedir los turistas que pasean por los pueblos merideños. ¡Ah! Algunos hombres se atreven a comprarle a bellas mujeres algunas flores y recuerdos que muchos vendedores ofrecen, en sus tiendas, más bien cabañitas que hacen quitar el frío de encima, atraen a miles de clientes y le dan una oportunidad al turismo venezolano. A escasos metros y una subidita que hace recordarles a todos que hay escasez de oxígeno, se puede entrar al Parque Nacional Sierra Nevada, desde donde se ve la Sierra de Santo Domingo con sus picos imponentes, Mifés, Mucuñuque y la Silla del Caballo. 4670msnm tiene Mucuñuque, su punto más alto. Varias lagunas abren sus puertas por caminos bien marcados, la conocida Laguna de Mucubají, la Laguna Los Patos, Laguna Victoria y Laguna Negra, a estas se puede llegar caminando o pagando un caballo en la entrada del parque. Lugares naturales infestados de frailejones y su olor que da placer a los visitantes, vacas, mulas y caballos se pueden encontrar con facilidad en este parque, aves muy variadas hacen presencia aquí, la gallina de monte, el pato de torrentes, la cotorra, la pava andina, el quetzal coliblanco, el águila real, la urraca, el pájaro de agua y otros. El venado caramerudo, en peligro de extinción, puede verse en afortunadas ocasiones. A medida que se asciende a los picos se hallan cascadas muy hermosas y frías, la vida se va escapando de las alturas, quizás solo algunas aves deciden sobrevolar aquellos altísimos territorios, como lo hacen algunos colibríes que saludan a los montañistas que se acercan a aquellas cumbres. Apartaderos es uno de los pueblos que a mayor altura en el mundo se encuentra, el noveno más alto según algunos datos, 3505msnm lo protegen, es recomendable ir bien abrigado, un mal de paramo por estos caminos no es nada agradable. ¡Por cierto! Es costumbre de los merideños recomendar el jarabe de frailejón morado para pasar el mal de paramo, este escritor igualmente se los recomienda. Los síntomas del mal de paramo o mal de las alturas (“puna”, “apunamiento”, “sorojchi”) está acompañado de síntomas muy vagos, algunos pueden hacer presencia en el organismo, mientras otros son escondidos por anticuerpos que protegen al hombre: Somnolencia, pérdida del apetito, nauseas, vómitos y dolores de cabeza intensos. Es recomendable llevar al enfermo a una menor altura para evitar problemas mayores o suministrarle oxígeno, la aclimatación, natural evento, hará presencia pronto. Si los síntomas no desaparecen, es recomendable que el afectado visite un médico, en el pueblo de Santo Domingo y Apartaderos existe un ambulatorio asistencial y muchos pueblerinos decididos a ayudarle. El monumento a la Loca Luz Caraballo se encuentra en el mágico pueblo de Apartaderos, sea usted invitado a presenciar la escultura que allí de pie señala con un dedo algún lejano lugar que hizo errar a los españoles, para luego analizar el poema de Andrés Eloy Blanco sobre la historia de esta mujer. Debajo de donde se erige la escultura hay muchos lugares para comprar recuerditos y comida que le harán sentirse más cómodo. Muchos niños de cachetes sonrosados caminan por estos lugares dándole un toque mágico a este destino. Algunos perros cubiertos con muchos pelos dan la cara por la fauna canina nacional, la única raza de perros originalmente venezolano, el perro “Mucuchíes”, manchado de negro, blanco o marrón, hace sonreír a los visitantes que disfrutan haciéndole cariño a los peludos compañeros del hombre. No es recomendable comprarlos para llevarlos a vivir a terrenos más calurosos o con mucha menor altura, esta puede ser fatal para el pequeño animal. Algunos le conocen como “perro gocho” también. El libertador de Venezuela tuvo un can de esta raza llamado “Nevado”, quizás la imprudencia o ignorancia del dueño le hizo llevar a su mejor e ingenuo amigo hacia Carabobo donde hizo lugar en la Batalla que lleva el nombre del mismo estado, allí falleció “Nevado” a causa de una lanza que lo consiguió. Las carreteras siguen los caminos de muchos ríos que provienen del rio Chama, el sonido de las piedras que reciben el choque del agua puede apreciarse si usted busca un lugar bien silencioso cerca de estos ríos. El pueblo de San Rafael de Mucuchíes se caracteriza por su bellísima iglesia de piedra construida por Juan Félix Sánchez quien detrás es recordado por un pequeño museo. De la misma manera muchos lugares donde venden recuerditos y comida, colindan alrededor de la iglesia, atractivo lugar turístico bastante visitado. Cerca, pasa el río Chama, fuera de temporada es un lugar ideal para escuchar el choque que les nombre antes. El valle de Mifafi se encuentra en el camino al punto de carretera más alto de Venezuela, el pico El Águila, donde curiosamente se encuentra la escultura de un Cóndor. Combatiente se llama el cóndor que en la entrada del valle está siendo protegido, este tiene la libertad de salir de una jaula en varias momentos del día, sin embargo, es bastante triste ver a un ave tan impresionante permanecer gran parte de su día encerrada en una jaula, donde miles de personas lo ven, le toman fotos y algunas hasta lo molestan. El valle es un lugar de película, recomendadísimo lugar para mochileros y amantes de las travesías, recuerde siempre anotarse en las casillas de los guarda parques antes de emprender estos vastos caminos. En el observatorio astronómico de Llano del Hato se puede entrar y por un bajo precio ver las estrellas, planetas y satélites que engalanan nuestro universo, la vía láctea se caracteriza por sus colores, que desde este sitio pueden ser apreciados. Este se encuentra en el mismo camino hacia el valle de Mifafi, en la vía hacia Timotes. Muchos pueblitos ha saltado este escritor, sin embargo después de Mucuchíes conoce que tomando un bus hacia el pueblo de Tabay, se puede encontrar el camino para ascender a las termas de La Musuy, una pequeña tina natural con agua caliente que haría feliz a cualquiera, sobre todo en ese frio arrollador que allí vive. Tabay, el pueblo de los recuerdos, algunos muy chistosos, otros tristes y unos muy felices. La bonita plaza exhibe al libertador sin su espada, esta fue robada, al menos así parece más guerrero nuestro libertador, guerreando sin espada. Adornados arboles con barba de palo le dan un aspecto diferente y curioso a esta Plaza Bolívar. Un puestico de ventas de pastelitos es lugar de manjares por la mañana al este de la plaza se puede encontrar con un lugar donde venden desayunos, pastelitos, empanadas, arepas, jugos, café, chocolate y otros. Una señorita de tez blanca, voz dulce y trato amigable le atenderá muy bien y usted quedará sorprendido de lo económico que le saldrá comer allí acompañado de un buen trato. Pregunte a un pueblerino y seguramente le señalará el bonito y humilde lugar. He leído muy seguidamente que los merideños son así de serviciales porque viven más cerca de los cielos, donde Dios desde cerca les enseña lecciones de vida. Aun se puede ver el sudor que derramaron aquellos presidiarios, a los cuales fue encomendado el arduo trabajo de construir esta carretera, en un viaje por estas vías de seguro se recordará de ellos. A partir de allí, la ciudad de Mérida se acerca para darles más calor a los enfriados visitantes que recorrieron aquellos caminos por la carretera trasandina. Mérida ofrece diversos lugares para visitar con esplendidas historias: La heladería Coromoto o de los mil sabores que paradójicamente tiene registrados 860 aproximadamente hasta el día de hoy. Aproveche usted de pedir sabores que en ningún otro lugar encontraría, solo por curiosidad, no pida solo sabores que usted sabe que no va a querer probar jamás, intercale. Si pide solo sabores malucos probablemente terminara botando su helado por la papelera. Se ubica a un lado de la Iglesia de San Miguel de El Llano, no muy lejos de la plaza Bolívar merideña, a unas 6 cuadras hacia el norte. La plaza Bolívar merideña, esta hizo escribir letras de amores a Pedro Castellanos, posteriormente esas melodías y esa letra hizo enamorar a miles de mujeres y hombres. Ubicada en su lado este la Catedral de Mérida, con un estilo Barroco-Neo-Clásica adorna de gris estas calles, parece ms bien de estilo Gótico, sin embargo nos han informado bien que posee diferencias bien contrastantes. La gran cantidad de posadas y hoteles que se ubican en estas calles hace notar sencillamente que Mérida es un punto de gran interés turístico. Existe un lugar en el cual se pueden almorzar o cenar sabrosas pizzas, se ubica cerca de la Plaza Sucre, en la Calle 13 Colón, en frente de un colegio con el nombre de San José de la Sierra. Allí, a excelentes precios se puede disfrutar con familia, amigos o en pareja de buenas comidas, para luego caminar por la plaza y si las piernas aguantan un poco, caminar hasta la Plaza Las Heroínas. No cabe duda que la plaza es un lugar mágico, lleno de colores y cultura, allí se pueden visitar las instalaciones de lo que algún día será el teleférico de Mérida que tiene vastos años en remodelación, sin embargo, parece ser este un lugar que no defraudará a nadie, de calidad y alto nivel. Esperamos que así sea y no sea otra decepción para los venezolanos, cansados de aplaudir construcciones deficientes, penosas y vergonzosas que los gobiernos construyen mandan a construir. ¡Ah! El Mercado Principal de Mérida, es un lugar de la gente, repleto de puesticos adornados con muñecos, botellas y miles de chucherías que sin duda va a terminar comprando. Ponches de sabores diversos, hasta de cocosette y oreo puede encontrar. Mermeladas artesanales, dulces de leche, chocolate, café, cacao, arepas andinas y más cosas va a conseguir para llevar a sus seres queridos. Arte de todo tipo, recuerdos pequeños también para los más queridos. El levantón andino es otro de los representativos recuerdos que puede hallar en el Mercado, tiene algunos componentes afrodisíacos, tiene entre 20 y 25 ingredientes ¡Imagínese! Vinotinto, huevos de gallina, fresas, melón, mora, piña, huevos de codorniz, ojos de toro, leche, cereal, huevos de bagre, ron, cerveza, entre otros. Esa fue la bebida que nos tomamos junto a Nacha y Yael en nuestro encuentro fugaz y afortunado en el Mercado Popular de Mérida. La felicidad que tenía antes de tomar la bebida anuló todos sus efectos. Existe una infinidad de lugares por nombrar aquí, lugares a los cuales el escritor ha visitado en sus viajes a Mérida, a pesar de esto, es necesario concluir por ahora, Mérida merece un libro entero para ser descrito, próximamente la dedicación de este autor se instalará en la realización de dicho libro. ¿Quieres ver todas las fotos de mis viajes a Mérida? Te los dejo por el siguiente link: Mérida: Donde se esconde la nieve
2 Comentarios
hernansira
24/1/2020 08:59:07 am
Bello muy bello relato de Mérida es así me sentí identificado con lo que describes,Felicitaciones , ahora voy a ver tus fotos, saludos
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27/1/2020 08:32:54 am
Me alegra mucho que haya sido de su agrado y espero que pueda seguir disfrutando del blog. Saludos cordiales.
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